Foz de Iguazú, Parana…[ASN] El fresco viento de la mañana del viernes 27 de mayo no impidió que el Dr. Ángel Manuel Rodríguez, del Instituto de Investigación Bíblico de la Asociación General, disertara con vigor y claridad sobre los problemas teológicos contemporáneos que enfrenta la Iglesia Adventista en el mundo.
Ángel Manuel Rodríguez
“En relación a pedir el Espíritu Santo podemos ser egoístas”, declaró el Dr. Rodríguez, “porque siempre debemos pedir más y más. Es él quien nos ayudará a mantener la unidad doctrinal de la Iglesia”. Y luego destacó lo siguiente: “De la unidad teológica y doctrinal de la Iglesia depende la unidad de la Iglesia en general”.
A continuación, destacó que pese a ser un movimiento mundial donde conviven muchas culturas e idiomas diferentes, la Iglesia Adventista se distingue por dos elementos: uno es la diversidad, que más allá de todo es algo muy bueno. Y el otro es que esa diversidad coexiste con la unidad. La clave, entonces, radica en la misión y en el mensaje que tiene la iglesia. “Esto es algo muy importante. El mensaje y la misión de la iglesia no son negociables”, sostuvo con convicción el Dr. Rodríguez.
También comentó su percepción sobre los teólogos adventistas en el mundo. “Esto que diré no es una estadística científica, es sólo mi impresión al conversar y trabajar con teólogos y profesores adventistas de todo el planeta. Creo que el 98 por ciento de ellos están dedicados al mensaje y a la misión”.
Por último, comentó algunos temas que generan tensión y polarización:
-El crecimiento de Iglesia: esto provoca una polarización en muchos lugares, ya que a veces se tratan de imponer algunos métodos sobre otros. También está latente la tentación del sincretismo, que es mezclar el mensaje bíblico con enseñanzas paganas. Se suelen incorporar prácticas evangélicas para tener más crecimiento en las iglesias. A veces se dice que no se debe enseñar nada que no sea único y singular. Esto produce un evangelio genérico, que le sirve a todo el mundo pero que no le sirve a nadie. Hay un ecumenismo latente y no siempre se hace una preparación adecuada del nuevo miembro de iglesia. A veces, el nuevo converso entra con la estructura mental de la iglesia a la que perteneció anteriormente. En muchas iglesias adventistas el pentecostalismo es muy fuerte. Erradicar esto depende de los pastores distritales y de las iglesias locales.
-La estructura organizacional de la Iglesia: cuando se analiza cómo es la división en regiones de la Iglesia Adventista, uno se da cuenta que es algo fenomenal. No obstante existe un congregacionalismo solapado.
-La conciencia histórica de la Iglesia Adventista: algunos basan sus doctrinas en pensamientos o ideas que tenían nuestros pioneros. Se sabe que, por ejemplo, muchos de ellos no creían en la Trinidad. Esto les sirve a algunos hermanos para argumentar que esa doctrina debe ser cambiada. Pero la fuente de autoridad es la Biblia y allí se muestra claramente el tema de la Trinidad. Creen en una doctrina porque la creían algunos pioneros es sustentarse en la tradición más que en la Palabra de Dios.
“Más allá de estos temas, debemos aferrarnos a Dios. Él se preocupa mucho más que tú y yo de la unidad de su Iglesia”, concluyó el Dr. Rodríguez. [Equipo ASN, Pablo Ale]
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